Aunque hay casos especiales, la transacción inmobiliaria de compra más generalizada es la compra de una vivienda (apartamento, villa, pareada o adosada), nueva o de segunda mano, y este es el caso general al que me voy a referir. Estos gastos son pagaderos por el comprador.
1.– IVA y Actos Jurídicos Documentados
Este impuesto se aplica solo a propiedades de nueva construcción vendidas por primera vez (primera transmisión) generalmente por un promotor. El IVA aplicable a dichas viviendas es un 10% del precio de compra. Adicionalmente hay que añadir un 1,5% del precio de compra por Actos Jurídicos Documentados.
2.– Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
Este impuesto se aplica a segundas y posteriores transmisiones. Por lo tanto al comprar una propiedad y dependiendo si es nueva o de segunda mano, son aplicables el IVA y Actos Jurídicos Documentados o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (Actos Jurídicos Documentados están ya incluidos en este último impuesto). El tipo varia en cada Comunidad Autónoma y se ha fijado, en nuestra zona y por la Junta de Andalucía, como sigue:
- 8% para transacciones por debajo de 400.000 euros.
- 9% para cantidades por encima de 400.000 euros pero menos de 700.000 euros.
- 10% para cantidades que sobrepasen 700.000 euros.
3.– Notaria y Registro de la Propiedad
Los gastos de Notaria dependen de la complejidad de la escritura y del precio de compra. Puede estimarse entre el 0,5% y el 1%.
Los gastos del Registro de la Propiedad pueden estimarse como 2/3 de los gastos notariales.
4.– Honorarios de Abogados
Es muy recomendable, especialmente para extranjeros o los que no estén familiarizados con el proceso de compra en España, contratar los servicios profesionales de un abogado que les aconseje sobre todo el trámite legal. Los honorarios de los abogados son, en general, un 1% del precio de compra pero pueden variar dependiendo de la complejidad de la compra.
Todo este detalle de gastos al que me he referido no incluye los gastos adicionales que suponen la obtención de una hipoteca. En general, estos gastos incluyen los cargos bancarios, tasaciones, gastos de gestión y los gastos de Notaria y Registro asociados a la hipoteca. El banco debería proporcionar dicha información al conceder el préstamo.
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