Volviendo a mi articulo anterior sobre los tres factores que influyen en la venta de una propiedad - el estado de la propiedad, el precio y el marketing - y el hecho de que la combinación de ambos conducirá hacia la venta, en este capítulo, hablare del que es para mucha gente, el más importante, el precio.
EL PRECIO
La persona clave en este factor que es el precio no es como muchos piensan, el propietario o el agente inmobiliario, sino, desafortunadamente, para aquellos que venden sus propiedades, el Comprador de la Propiedad.
Sí, el precio de compra lo deciden los compradores, quienes ponen ofertas con las cantidades que están dispuestos a pagar. El precio nunca es fijo ya que varía según las leyes de “la oferta y la demanda” y otras influencias externas como la situación inestable de la economía, la falta de financiación a los compradores, los problemas con los planes de urbanismo, etc.
El precio al que compró el propietario, las reformas que se han hecho, el precio de venta de los vecinos que vendieron años atrás o el valor sentimental o emocional que están en cada propiedad no son valorados por los compradores. Hoy en día, los compradores tiene acceso inmediato a todas las propiedades en venta de manera simple y rápida gracias a Internet. Esta situación es muy positiva si la propiedad tiene un precio muy llamativo pero, de lo contrario, es negativa si hay otras propiedades similares en venta con precios más interesantes y competitivos. Todos los compradores prefieren visitar las oportunidades más atractivas por lo que si el precio de venta no es llamativo, las posibilidades de venta disminuyen dramáticamente hasta que todas aquellas propiedades con precios más atractivos se vendan, y, entonces, la propiedad aparecerá en primer lugar en las búsquedas.
Para aquellas propiedades en el mercado, la mejor manera de saber a que precio pueden venderse es el tráfico que generan de potenciales compradores. Si el marketing y el estado de la propiedad son correctos, el no tener tráfico significa un precio demasiado alto para los posibles compradores con ese presupuesto y, un tráfico constante pero ninguna oferta significa que la propiedad tiene un precio algo superior al mercado significando que a los compradores les gusta la propiedad pero están comprando alguna de la competencia.
La conclusión es tan simple como la siguiente: si no hay ningún comprador dispuesto a pagar el precio demandado, la propiedad tiene un precio sobre elevado para la situación actual del mercado.